Entradas

Mostrando las entradas de noviembre, 2012

Miedo

No es que quiera alardear, pero él y yo tenemos algo que lleva su tiempo; y es que la vida me enseñó que sin él yo no vivo. Y él me enseñó cómo vivir la vida. No podría huir lejos, aunque lo intentara. Él anda más rápido, y tiene más amigos. Yo, yo solo soy una triste reprimida, igual al resto, una perdida más. Sin duda el error fue no haberlo dejado ante la primera bofetada; sin ayuda y sin amigos, poco puedes hacer, además de aferrarte a lo que tienes, cerrar los ojos y prometerte que todo estará bien. Sin olvidar que siempre debes creerle todo. Y así fue cono él y yo, nos volvimos uno. Nunca imaginé que lo diría al mundo; pero él y yo, somo el uno para el otro. O al menos yo, ya me acostumbré a ser para él.

Aborto

Me paro sobre esas seis letras que duelen como llagas. Que sangran y rugen bajo mis pies. Creo que las dejo atrás, pero ellas siguen ahí. Inmutables. Sedientas. Yo finjo no verlas, y sonrío con holgura; como si la sonrisa borrara el dolor; como si los años hicieran justicia. Las letras siguen ahí, aunque pierden sentido, no pierden nunca su color; y camino a paso firme intentando olvidarles; mientras lo único que olvido es que el dolor nunca se irá.