Silenciadas voces, olvidados rostros

Acalladas voces del infinito. Cercenadas por las espadas de la razón. Devastadas. Mutiladas. Ajusticiadas. Víctimas de la incomprensión y de la mediocridad. Rostros perdidos en el olvido, entre los pasadizos del infinito. Espectros que surcarán los rostros de aquellos que pudieron evitar su desgracia, como una seña, una marca de su inri, una señal de su desidia e ignorancia. Las voces perdidas de aquellos que se atrevieron a soñar, a reír, a sentir, a vivir… negándose a sobrevivir, a respirar por seguir sobreviviendo, a caminar hacia un rumbo fijado por otros, a silenciar la voz de su conciencia.

Y son aquellas voces acalladas, de aquellas conciencias adargadas en lo más profundo de cada ser, las que se escuchan cada noche y se confunden con la dulce melodía de los astros, que observan silentes como sus hermanos menores se devoran unos a otros, se humillan unos a otros, y se silencian unos a otros, alzando tenuemente la voz, cuando ya es tarde…

Y son aquellos rostros olvidados, de aquellos consumidos por la ignorancia, los que se delinean en la penumbra y atormentan tus pasos en la soledad de las tinieblas noctámbulas, aquellos que aterrorizan tu flébil condición de mortal, y te afligen, te abruman y te desvelan, cada noche y cada aurora que te anuncia un nuevo día de rutina…

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Yo no vivo, sólo existo

Espera Matutina