A P. R. C.
Me siento humilde y caprichosa, como aquella niña que ha perdido su camino en busca de su juguete extraviado, y se niega a pedir auxilio por orgullo y temor a la reprimenda.
Me siento más viva que nunca.
Más libre, más liviana.
Perpetua.
Almendro en flor y fruto maduro.
Hoy me siento una mujer completa.

Comentarios

Gricelda Maria dijo…
Es femeninamente contradictorio. Me gusta!

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