Cada día se regalaba una cuota de algo distinto, algo novedoso en su vida, que nunca antes había probado. Y bajo esa lógica, había recorrido un mundo y medio buscando la cuota del día.
Hasta que un día, se dio cuenta de que tanto era lo comido, lo fumado, lo recorrido y lo bailado, que era mucho, mucho más lo no disfrutado.

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