Nuestra historia

Cierro nuestro libro, y leo el resumen, el comentario ese que busca resumir más de una vida en sólo unas cuantas palabras.
Me parece injusto. Escribimos ríos de tinta, para encuadernarnos en la rutina; y ahora sólo quedan las palabras.
Nunca fui una buena narradora, peor protagonista, pero esta vez me esforcé por tener un final feliz, al menos memorable. Mi error fue creer que éramos igualmente felices; y adelantar un final que ya muy tarde quisiste. Sin sentirme omnisciente, creí conocerte.
Lo afirmo.
Y firmo. Con amor para ti.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Yo no vivo, sólo existo

Espera Matutina