Espero

Hay una ventana. Una ventana casi abierta. Pero prefiero no saber que hay más allá.
Mis huesos crujen de frío.
Mis huesos crujen de dolor. Ay, es el dolor lo que me mantiene con vida. Una vez me recomendaron que me alegrara, si sentía dolor, podía tener muchas otras sensaciones. Pero el dolor prima por sobre todo, y por sobre la nada.  Y nada me queda desde entonces, como si aquella tarde todos mis sentidos hubieran cerrado sus puertas. Por eso observo aquella ventana entreabierta.
A veces pienso que si cierro los ojos por mucho tiempo, cuando los abra estaré en otro lugar. Pero aún no sucede. Aún espero.
Espero que alguien abra la ventana que aún no me atrevo a abrir con mis manos mustias y temerosas.

Comentarios

Lia dijo…
Pre suponiendo que lo que escribes lo piensas, haces o sientes de verdad, creo que está muy bien que siempre tengas la carta de esperar, hace poco leí tres cosas (en lugares distintos, pero me se unen en esta semana pseudo reflexiva) Primero que la mejor elección es la que más posibilidades te da afuturo, segundo que dejar la flecha en el herido, puede llegar a ser tan doloroso como sacarla del pecho. Y por último me encantan los verbos que se proyectan en el futuro, es eso o ser una estatua de sal...nadie quiere ser una estatua de sal por mirar atrás ¿o si?
:B
se finit
Cuidate y tengo una versión de "El amor" de Violeta Parra que debes escuchar pues es deliciosa.
Lia dijo…
tambien me recuerda a Virgen sodomizada por su propia castidad, de Dali

Claro que ella si se asomo a la ventana

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