Otros


Hay días en que me sorprende lo que puedo llegar a hacer, sin siquiera planearlo, tan sólo con desearlo. Es que hay días en que me siento capaz de todo, y al otro día pusilánime.

Y esa maldita sensación de inseguridad y desconfianza, como si todos pretendieran algo de mí, para conmigo, como si fuera el centro del mundo.

Pero en el fondo sé que no paso de ser una simple hormiga, que vive su rutinaria vida entre los muros de cemento; que estoy condenada a seguir un camino predeterminado por otros, que fijaron a su arbitrio porque consideraron el mejor. Crecer por otros, estudiar por otros, respirar por otros, amar por otros. Y por otros también morir.

Como si de ellos dependiera también mi felicidad.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Yo no vivo, sólo existo

Yo temo hoy

A veces creo...