Reflexus III
Mírame, soy la misma que viste ayer, hace un mes, la que amaste un noche, aquella que conociste hace un año.
Mírame y dime por qué me amaste. Mírame y dime qué temes de mí. Mírame.
Tengo los mismos defectos y virtudes. No soy de cera; los días pasan e igual me mantengo; no hay parafina en mí que se evapore con el sol, y mi figura se deshace entre rumores.
Soy la misma de ayer, dime ahora por qué tú cambiaste tanto.
No soy hoguera ni vid; no me he convertido en cenizas, ni he de embriagarte con dulces palabras.
Soy la misma de ayer, dime ahora en qué fallamos.
No soy haz de luz ni cierta umbría; no me desintegro en colores ni alegorías, no confundo tu paso ya difuso.
Soy la misma de ayer, dime ahora qué hizo de nosotros la vida...
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