Soliloquio nocturno
El karma y la puta que te parió ... Fue lo primero que pensé cuando recuperé la conciencia aquella mañana. Eso tenía que ser, todo se paga en esta vida, algunas veces de las formas más insospechadas, otras con el mismo juego cruel y sangriento que uno se entretuvo antes. ¿No crees? Lo que hice contigo, ahora lo hacen conmigo, aunque de una forma más sutil, y más informada. Me explican aquello que no harán, yo fui más cobarde salí corriendo, y dejé la puerta abierta. Y ahí sigues tú, llueva o azote el viento, sigues ahí, para mí, y no entiendo porqué si ya bastante te hice sufrir, te ilusioné nos ilusionamos, pero no maldito miedo maldito temor de perderte, yo que te amaba tanto y sólo quería lo mejor para ti terminé por enredarme con un hijo de puta y su mundo de mentiras con el que aún me persigue de vez en cuando. En vez de quedarme refugiada al calor de tu pecho preferí jugar a la niña fuerte y dejarte atrás, yo quien tanto te quería no fui capaz de darte un explicación, una maldita