Aún no aprendo a cerrar los ojos sin ti, y ya tengo miedo de que salga el sol.
La mañana dorada nos espera tranquila, pero mi alma se remece al imaginar que no tendré tu calor al bajar la nueva noche.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Yo no vivo, sólo existo

Espera Matutina