Las palabras

Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.
Neruda

Hay días en que pienso más lento. Como si las palabras resbalaran porla espalda de mi mente o se deslizaran como orugas sobre la corteza del árbol de la ciencia. O fueran hechas de sílabas saviosas, letras de amargas mieles, sones de lodo cenagoso, cadencias de cera tibia...
Y las palabras esquivas se contornean frente a mis ojos, como burlescas meretrices que no permiten que me adormezca con su perfume.
Y las observo, como frutas maduras de un árbol en medio del desierto, como a la luz del sol durante un ecplise.
Y las maldigo; y ellas me devuelven su maleficio silenciador.

Comentarios

Rufián Clark dijo…
El silencio se puede quebrar con una gota.

me gusta (Y) (esto no da la opción)
Beatriz Violeta dijo…
No cuando la gota teme quebrar el silencio.
Gricelda Maria dijo…
Todo depende de la gota, es cierto, depende de la rareza de la gota, si es sangre, sudor, agua de lluvia, de cansancio, de llanto amargo o simple pena, de alegría, de miel... y tantas otras gotas...

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